Las bajas han dejado en jaque al centro del campo del Cádiz CF que solo cuenta con 4 mediocampistas en plenas facultades
Se acerca la fase final de la temporada, y el Cádiz entrará en una fase en la que tendrá que disputarse la salvación contra otros equipos. Sin embargo, las lesiones han comenzado a aparecer y han dejado al cuadro gaditano en jaque de cara a las siguientes jornadas. También el equipo ha sufrido bajas por las sanciones que han recaido sobre Iza Carcelén y Jeremías Ledesma. Por lo que Sergio González ya está buscando soluciones para completar un centro del campo de garantías de cara a la siguiente jornada.
El conjunto gaditano ya contaba con las bajas de larga duración tanto de Joseba Zaldua como de Jon Garrido, además de la de Juan Cala que causó baja. En las últimas semanas también han llegado a la enfermería Brian Ocampo y Rubén Alcaraz. El último lesionado ha sido Gonzalo Escalante, quizás una de las bajas más sensibles. Pues el centrocampista argentino estaba siendo clave desde que llegase en el mercado invernal, aportando goles y equilibrio al centro del campo. Rubén Alcaraz sufre una pequeña lesión muscular, pero salvo que se adelanten los plazos no llegaría al siguiente encuentro.
Esto ha llevado a Sergio a encontrarse en una difícil encrucijada, pues apenas cuenta con efectivos. Actualmente cuenta con 4 centrocampistas sanos, que son Fede San Emeterio, Álex Fernández, José Mari y Youba Diarra. Sin embargo, Fede sufrió molestias en el último partido aunque no debería generar demasiados problemas de cara a la siguiente jornada. Es por eso que el entrenador cadista está estudiando las opciones que alinear en su sala de máquinas.
La opción que más enteros está ganando es la de alinear un doble pivote de Fede – Álex Fernández. Una opción bastante creativa aunque genera dudas a la hora de ser capaces de sujetar al equipo. También cabe destacar la opción de incluir a José Mari junto a Fede en ese doble pivote y contar con Álex Fernández cayendo en una de las dos bandas. Esta opción aportaría claridad en ataque y cerca de la portería rival, aunque se perdería la profundidad de un extremo puro.
