El conjunto donostiarra pasó a la historia en diciembre de 1982 por convertirse en el primer equipo en alzar la Supercopa de España tras superar al Real Madrid en la vuelta con un contundente 4-0
La Supercopa de España es un torneo cuyo formato se ha visto modificado en multitud de ocasiones, pero que hasta la temporada pasada ha mantenido intacto su objetivo principal: enfrentar al campeón de Liga con el campeón de Copa. Con ese fin como máxima, en 1940 nació la Copa de los Campeones. Un año más tarde, la Real Federación Española de Fútbol asumió dicho evento bajo el nombre Copa Presidente FEF. A su vez, este dio paso a la Copa Eva Duarte a partir de 1947. Sin embargo, solo siete ediciones más tarde, el torneo fue detenido a raíz de la prematura muerte de María Eva Duarte de Perón, a consecuencia de un cáncer fulminante a los 33 años de edad.
Nace la Supercopa de España
Años más tarde, en julio de 1982, la RFEF comenzó a meditar la posibilidad de reinaugurar una competición que mantuviese la esencia de la ya extinta competición, a propuesta del que fuera presidente del FC Barcelona en aquellos años, José Luis Nuñez. Una vez rebautizada, la federación presidida entonces por Pablo Porta lanzó nuevamente para el deleite del público esta nueva competición, manteniendo el formato principal de sus predecesoras, pero añadiéndole alguna que otra modificación. Para empezar, la renombrada “Supercopa de España” enfrentaría a los vigentes campeones de las dos competiciones punteras del paí. Sin embargo, el título se decidiría en una final a dos partidos (siempre y cuando un mismo equipo no hubiese obtenido ambas competiciones en la última temporada). Además, se celebraría una vez comenzada la siguiente temporada.
Real Sociedad y Real Madrid, los primeros participantes
Una vez se esclarecieron las reglas, los equipos encargados de estrenar este nuevo torneo fueron la Real Sociedad y el Real Madrid. Los donostiarras llegaban bajo el cartel de vigentes campeones de liga, tras haber dominado en el campeonato doméstico por segunda campaña consecutiva. Su rival sería el Real Madrid, flamantes campeones de su decimoquinta Copa. Curiosamente, lo habían hecho tras eliminar a la Real en semifinales.
Para inaugurar al fin la ansiada competición de la Supercopa, guipuzcoanos y madridistas se citaron el 13 de octubre de 1982 en el encuentro de ida que se disputaría en el Santiago Bernabéu. En esta ocasión, el conjunto blanco, dirigido por su leyenda, Alfredo Di Stéfano, obtuvo una ligera ventaja (1-0) respecto a su rival de cara al encuentro de vuelta. El solitario gol al filo del descanso del defensa neerlandés Metgod puso por delante a un Real Madrid cuyo factor de favorito aumentó, a pesar de que el campeón de Liga vivía en el norte.
Allí, precisamente, en el antiguo y mítico Estadio de Atocha, les esperaba una Real Sociedad con ganas de vendetta y de, por qué no, el cuarto título oficial de su historia. Los días fueron semanas, y las semanas meses a la espera de aquel 28 de diciembre en el que jugarse el todo por el todo.
La noche mágica de Atocha
En el día de los Santos Inocentes, los hombres de Alberto Ormaetxea saltaron al césped dispuestos a no dejarse dominar por su rival, remontar y brindarle la Supercopa a su hinchada. La propuesta fue la de un juego tosco, falto de fluidez, característico de muchas eliminatorias coperas de aquellos años. En muchas instancias del encuentro, ambos equipos llegaron incluso a bailar con los límites de lo reglamentario, dejando al colegiado Pes Pérez fuera de juego.
Sin embargo, esa pequeña lucha ajena al balón dejó a la Real Sociedad como clara vencedora. Para empezar, el Real Madrid se quedó con un hombre menos luego de que Juan José fuese expulsado en el minuto 22 por falta sobre Roberto López Ufarte, quien también vio la amarilla, al igual que Arconada, por protestar. Con uno más, los txuri-urdines se vieron alentados buscar el gol con el que empatar la eliminatoria. Sin embargo, la táctica conservadora improvisada por el entrenador rival obligó a que los locales tuviesen que esperar hasta el minuto 53 para estrenar el luminoso. El protagonista fue Uralde, quien supo pescar un balón llovido al área pequeña blanca y batir al guardameta rival, Agustín Rodríguez.
Los de Ormaetxea consiguieron así su primer objetivo, empatar la eliminatoria. Además, tenían ante ellos a un rival muy castigado por la fatiga de nadar a contracorriente durante tantos minutos. Por si fueran pocos, los problemas para Di Stéfano aumentaron luego de que Ángel viese también la tarjeta roja en el minuto 71. Con los blancos a su merced, la Real se vio ante la oportunidad idónea de engrosar su palmarés, y entrar en los libros de historia como el primer supercampeón de España de la historia.
Paseo txuri-urdin hacia el título en la prórroga
En los veinte minutos restantes, la Real no supo aprovechar sus oportunidades. Sin embargo, el 2-0 de López Ufarte en el primer minuto de la prórroga dejó el partido visto para sentencia. Cabe destacar que los blancos no arrojaron la toalla. A pesar de las dificultades, continuaron buscando el 2-1 en un arrojo de valentía. Sin embargo, en uno de sus desesperados intentos por adentrarse nuevamente en el partido terminó encajando el tercero a la contra. El autor de dicho gol fue Uralde, quien no desaprovechó la contra realista para completar su doblete. Por si el partido no estaba del todo sentenciado, un minuto antes de llegar al descanso del tiempo adicional, el conjunto merengue encajó su cuarto gol de la noche. Esta vez fue su defensor Salguero quien acabó introduciendo el balón en su propia portería.
Con el 4-0, a victoria era un hecho, pero la fiesta aún estaba por completar. Esto se dio cuando, a falta de cinco para el final, el cancerbero y capitán de la Real Sociedad, Luis Miguel Arkonada, hizo saltar de júbilo a un Atocha fuera de sí tras detenerle la pena máxima a Metgod.
De esta manera, la Real Sociedad consiguió ensombrecer lo que había sido un partido no precisamente dado al espectáculo en un encuentro que será por siempre recordado por la épica de un equipo txuri-urdin que se proclamó el primer campeón de la historia de la Supercopa de España tras arrollar al mismísimo Real Madrid.
Nueva oportunidad de alzarla en un formato muy distinto
Un título lejos del alcance de otros en cuanto a prestigio, como LaLiga o la Copa, pero deseados por equipos precisamente como la Real Sociedad, debido a la falta de posibilidades que ostentan de sumar nuevos trofeos oficiales a sus vitrinas, conviviendo con gigantes como Real Madrid o FC Barcelona. Más aún, si cabe, en tiempos actuales. Un título que a partir de hoy tratarán de llevar a sus vitrinas. No obstante, esta vez tendrán que derrotar al FC Barcelona a partido único en semifinales si quieren permitirse la posibilidad de llegar a la final por el oro, también a partido único, ante Real Madrid o Athletic Club.