Tras muchas críticas, Antoine Griezmann empieza a demostrar por qué el FC Barcelona pagó 120 millones por él
El FC Barcelona consiguió en el día de ayer una remontada que servirá sin duda como punto de inflexión para la plantilla. Pudimos ver una unidad de equipo que hacía mucho tiempo que no veíamos, y además, sirvió para que varios jugadores diesen un golpe sobre la mesa. Esto es el caso de Antoine Griezmann. El francés fue una pieza fundamental para la victoria mediante dos goles y dos asistencias, además de un elevado grado de implicación en labores defensivas y la creación de juego.
Por fin, tras mucho tiempo, Griezmann empieza a cumplir con el propósito por el cual llegó a Barcelona: aparecer en los momentos importantes y ser un aliado de lujo para sus compañeros. Mas allá de sus goles, está participando mucho más en el juego y atreviéndose más a la hora de tomar decisiones individuales. Y uno de los aspectos más positivos del francés, es que es un jugador de equipo, y genera muy buen ambiente en el vestuario, como bien demostró en el día de ayer en su celebración del gol con Riqui Puig, un jugador que cuenta con pocos minutos, pero que ha encontrado en «el principito», un padrino en el vestuario culé.
Bendito año nuevo
El inicio del 2021 para Griezmann no ha podido ser mejor. El francés ha disputado un total de diez partidos, en los que ha visto puerta en siete ocasiones y ha dado un total de seis asistencias. El campeón del mundo participa en más de un gol por partido desde que ha arrancado el año nuevo, y ha tenido como víctima favorita al propio Granada, equipo al que en dos encuentros, le ha marcado cuatro goles y ha dado tres asistencias.
De mantenerse su nivel, el Barça gana un jugador determinante en muchas líneas del juego, y sería un aliciente para poder soñar por ganar algún título esta temporada.
