El jugador puertorriqueño llegó en enero para reforzar a un Estudiantes mermado y acabo marchándose a falta de una jornada por disputar
Rondaba el 23 de enero cuando el Movistar Estudiantes hacía saltar la sorpresa. Un mes en el que no disputaron ni un solo partido por el Covid, aprovecharon para reforzar una plantilla que se encontraba cerca del descenso. Ahí apareció Barea como flamante fichaje.
El base ex de Dallas Mavericks, a pesar de renovar una temporada mas con la franquicia fue cortado a inicios de curso. Con ganas de seguir demostrando su calidad, aceptó la oferta para venir a Madrid y jugar lo que restaba de temporada. Sin embargo su repentina salida y el descenso del Estu dejan dudas sobre su fichaje.
Una rápida adaptación
Sin grandes números pero con gran transcendencia en la franquicia tejana, la expectación por lo que podría hacer el base en España era mayor. Incluso la ACB dio el salto de retransmitir los partidos del Estudiantes gratis por Facebook en Puerto Rico.
Desde su primer día en el WiZink dejó grandes sensaciones con 14 puntos en su primer aparición o siendo el máximo anotador en la derrota frente al Gipuzkoa Basket. Además, a pesar de tener un inicio malo en cuanto a resultados, con 4 victorias en los siguientes 7 partidos el objetivo del equipo y del ex NBA parecía cumplido.
Una recta final de espanto
9 victorias en el casillero, dos por encima del descenso y equipos que parecían incapaces de encadenar 2 partidos seguidos ganados, el objetivo parecía cercano. Una tranquilidad con la que Barea podría demostrar su juego y dejar destellos. No obstante tras ganar al Andorra a finales de marzo todo se vino abajo.
Con tres partidos bastantes malos con solo 8 puntos, 2,33 asistencias y 1,66 rebotes por partido, el conjunto estudiantil comenzó a meterse en problemas. Tras ese bache, el puertorriqueño, volvió a demostrar su calidad y los madrileños volvieron a pelear los partidos pero sin éxito.
Una marcha inesperada
4 nuevas derrotas hacía el final dejaban la salvación colgando de un hilo. Fue cuando Barea alegando su necesidad de juntarse con su familia a que llevaba demasiado tiempo sin ver, dejaba el Estudiantes a falta de una jornada y con todo en juego.
Dejando descolocado al equipo, tuvieron que buscar sustituto para disputar el partido a vida o muerte frente al Burgos. Sumando esa salida a los problemas de Covid, el equipo de Cuspinera fue incapaz de dar la sorpresa y el Bilbao Basket con un final espectacular, acabaron hundiendo a los madrileños.
Un fichaje que no ha dejado contento a nadie
A pesar de todo el revuelo creado por su llegada, es verdad que no ha dado demasiado resultado. 12,6 puntos 1,6 rebotes y 4,7 asistencias por partido para un total de 10,1 de valoración de media han sido sus números en 18 encuentros disputados.
Con la quinta mejor marca del equipo, a pesar de dejar buenos partidos no ha mejorado en exceso lo que había. Con una gran experiencia a sus espaldas, no ha sido capaz de reconducir el camino de un conjunto a la deriva, ni capaz de ser ese lider que necesitaba la plantilla.