Las semifinales de la Eurocopa acogerán un duelo entre dos viejos conocidos europeos
Desde el codazo de Tassotti a Luis Enrique en el Mundial del 94 hasta la exhibición de un joven malagueño lleno de magia en el Estadio Santiago Bernabéu. Un España – Italia siempre tiene un sabor especial. Dos selecciones con estilos históricos contrapuestos. La España del tiki-taka y la Italia del amarrategui. La furia roja contra la pasión italiana. Esta es la historia de un partido que es historia en sí mismo.
La primera cita mundialista y la maldición de cuartos
A un español promedio que le guste el fútbol siempre se le enseña que la selección tiene un maleficio con los cuartos de final, sea la competición que sea. Una generación de bajitos fue capaz de romperla, pero muchos años atrás, fue Italia la que nos echó en cuartos en el mundial de 1934. Aquella Italia acabó ganando la Copa del Mundo tras derrotar a España en un partido de desempate en cuartos de final con un gol del mítico Giuseppe Meazza.
El codazo que hizo sangrar a un país entero
Llegaba España a los cuartos de final del Mundial de 1994. Enfrente, volvía a estar Italia. Después del gol inicial de Dino Baggio, Caminero puso las tablas. Con 1-1, Salinas falló un claro mano a mano ante Pagliuca en un partido muy italiano: lento, bronco y con muchas faltas. En el 87, Roberto Baggio volvió a adelantar a Italia, pero la selección española no se rindió tan fácilmente.
Era ya el minuto 93 y Luis Enrique iba a rematar de cabeza un balón colgado desde la derecha. Sin embargo, Tassotti le arreó un codazo que le dejó en el suelo sangrando. El árbitro no vio nada y no señaló una pena máxima que podría haber llevado el partido a la prórroga. Luis Enrique tiene cuentas pendientes con Italia y quiere cobrarse su vendetta. Esta vez, desde el banquillo.
La consagración de un Santo
Ya llevábamos muchos años atascados en cuartos de final y ese maleficio lo tuvo que romper la mejor selección española de la historia. Aquel día, el héroe fue un portero. Un extraterrestre que decía ser de Móstoles marcó el camino para levantar nuestra segunda Eurocopa después de más de 50 años.
Tras un 0-0 después de 120 minutos, Buffon y Casillas se veían las caras en la tanda de penaltis. Dos de los mejores porteros de la historia demostrando que no todo es una lotería desde los once metros. San Iker detuvo los lanzamientos de De Rossi y Di Natale para que después Cesc Fábregas marcara el quinto y definitivo penalti que metía a España en las semifinales de la Eurocopa de 2008. El resto es historia.
Goleada histórica en una final
Bajo el lema de “no hay dos sin tres”, España llegó a la Eurocopa 2012 en busca de su tercer título consecutivo. Después de un campeonato casi impoluto, nos volvimos a ver las caras con Italia. Esta vez, en la final. Silva, Jordi Alba, Fernando Torres y Mata firmaron un 4-0 que se convirtió en la mayor goleada de la historia de las finales de las Eurocopas y que puso el punto y final a la mejor generación de futbolistas españoles de la historia.
Los últimos trucos de un mago malagueño
Después de que España perdiera en octavos de la Euro 2016 ante Italia, ambas selecciones se volvieron a ver las caras en el clasificatorio para el mundial de Rusia. El Santiago Bernabéu fue testigo de una de mayores exhibiciones de un futbolista vistiendo la camiseta de la selección. Isco se puso el traje de mago una vez más aquel día.
Dos goles, un caño a Verratti y multitud de destellos de la infinita calidad que atesora Isco, sirvieron para endosarle un 3-0 a Italia que les mandaba a la repesca. Los italianos acabaron no clasificándose al Mundial y sucumbieron ante una España muy superior.