Desde el año 2004, la Eurocopa ha sido ganada por selecciones del sur de Europa, reviviendo deportivamente a unos países que sufrieron mucho durante la crisis
Cuando estalló la crisis económica del 2008, los medios de comunicación del norte de Europa, especialmente los anglosajones, utilizaron despectivamente el acrónimo PIGS (Portugal, Italy, Greece, Spain) para referirse a aquellos países del sur de Europa que habían sufrido especialmente durante la época de recesión.
En muchos casos, este término, que principalmente era usado en el panorama económico, fue extrapolado también a otros ámbitos más sociales, simbolizando el elitismo con el que el norte de Europa miraba a los países del sur.
Curiosamente, en el terreno deportivo, el sur de Europa ha demostrado un especial idilio con la Eurocopa. Tras la victoria de Italia en la última edición del máximo torneo europeo de selecciones, precisamente frente a Inglaterra, desde el año 2004 la Eurocopa ha sido ganada por los 4 países que conforman el grupo de los PIGS.
La sorpresa griega de 2004
En la Eurocopa del 2004, celebrada en Portugal, Grecia dio una de las grandes sorpresas históricas del fútbol internacional tras proclamarse campeona de Europa. Aquel conjunto helénico, dirigido por Otto Rehhagel, sorprendió por su solidez defensiva. Encajaron 4 goles en la fase de grupos, pero en la ronda eliminatoria dejaron su portería a cero en los tres partidos que disputaron.
Curiosamente, en aquella fase de grupos, Grecia jugó contra las dos selecciones ibéricas. Los griegos consiguieron clasificarse como segundos de grupo, por detrás de Portugal y dejando fuera a España, y siguieron adelante en aquella Eurocopa.
En los cuartos de final, el combinado griego consiguió eliminar a una de las favoritas, la selección francesa, con un gol de Angelos Charisteas a los 65 minutos. Llegaron a semifinales, donde volvieron a vencer por la mínima, esta vez frente a República Checa, con un solitario gol de Traianos Dellas en la prórroga.
La gran final, disputada en Lisboa y en la que se volvieron a enfrentar a la anfitriona, Grecia consiguió su mayor hito a nivel internacional. Otro gol de Charisteas a la hora de juego dio el primer título importante a la selección griega y el inicio del idilio del sur de Europa con la Eurocopa.
2008: El inicio de la hegemonía española
La Eurocopa de 2008, celebrada en Austria y Suiza, es uno de los grandes hitos del fútbol español. La selección, dirigida por Luis Aragonés y donde ya destacaban nombres como Torres, Villa, Casillas, Xavi o Iniesta, realizó una fase de grupos inmaculada, ganando los tres partidos frente a Rusia (4-1), Suecia (2-1) y Grecia (2-1), la vigente campeona. Curiosamente, esta última quedó colista en aquella fase de grupos.
En la ronda de eliminación, España consiguió superar los cuartos de final tras vencer a Italia en la tanda de penaltis, con dos importantes paradas de Iker Casillas. Más adelante, en las semifinales, España volvió a enfrentarse a Rusia, a la que volvió a ganar por goleada (3-0). En la final disputada en Viena frente a Alemania, un gol de Torres a los 33 minutos dio a España la segunda Eurocopa de su historia y supuso la segunda Eurocopa consecutiva ganada por el sur de Europa.
2012: El fin de la hegemonía española
Tras haber ganado la Euro de 2008 y el Mundial de 2010, España llegó como la gran favorita a la Eurocopa de Polonia de 2012. Y cumplieron con creces las expectativas. Aquella selección, dirigida esta vez por Vicente del Bosque, consiguió alzarse con el primer puesto de la fase de grupos tras empatar contra Italia (1-1) y ganar a Irlanda (4-0) y Croacia (1-0).
España firmó una fase eliminatoria de escándalo, sin encajar ni un gol y ganando con comodidad a Francia en los cuartos de final (2-0), eliminando a Portugal en la tanda de penaltis y goleando a Italia por 4-0 en una final que quedará para la historia como el culmen de una generación histórica.
Aunque aquella Eurocopa supuso el punto álgido de la Selección Española tras ganar tres grandes campeonatos internacionales seguidos, significó también el punto final de la mejor generación de jugadores españoles de la historia. Y, aun así, el sur de Europa siguió ganando.
La Eurocopa sigue en la Península Ibérica
España dio el relevo a sus vecinos en la península. Y Portugal lo cogió de una manera bastante sorprendente. De los 7 partidos que jugó en la Eurocopa de 2016, el combinado luso únicamente ganó 1 en los 90 minutos.
Los lusos empataron los tres partidos de la fase de grupos, pasando como los mejores terceros. En octavos de final, ganaron a una Croacia en alza con un gol de Quaresma en el minuto 117. En los cuartos de final, tras empatar a 1 durante los 120 minutos, Portugal superó en los penaltis a Polonia.
La única victoria de Portugal en 90 minutos llegó en las semifinales, cuando venció a Gales con dos goles en tres minutos. Y en la final, disputada ante la anfitriona Francia, vencieron con un golazo de Éder en la prórroga. La Eurocopa volvía a quedarse en el sur.
La última selección del sur que faltaba
Finalmente, los éxitos del sur de Europa en la Eurocopa se han cerrado este año con la victoria de Italia. La única selección que faltaba, Italia, consiguió su primera Eurocopa desde 1968 el pasado 11 de julio tras vencer a Inglaterra en los penaltis. 16 años han pasado desde el título de Grecia en 2004 y la hegemonía deportiva de los PIGS en Europa se sigue manteniendo.
Curiosamente, estos 16 años han servido para hacer renacer el fútbol del sur de Europa. Portugal y Grecia han ganado sus primeros torneos a nivel europeo, mientras que España e Italia lo han vuelto a hacer desde los años 60. De hecho, estas dos últimas selecciones también han ganado campeonatos mundiales desde el 2004.
Parece evidente que lo que han sufrido estos países durante el siglo XXI desde el punto de vista económico, con su correspondiente estigma social simbolizado por el acrónimo PIGS, lo han podido paliar deportivamente hablando. El sur de Europa es el gran ganador de este siglo, futbolísticamente hablando. Contra todos los pronósticos y todos los desprecios. Y es que, cuando te miran por encima del hombro, más dulce es la victoria.