Bill Shankly es, sin duda, uno de los entrenadores más importantes en toda la historia del Liverpool, donde plasmó todo su carisma
Si el Liverpool es a día de hoy el gigante que todos conocemos, es gracias a Bill Shankly. Este peculiar entrenador llevó al Liverpool a otro nivel de juego e institución.
Todos sus logros a cargo del equipo Red fueron durante la década de los 60, 70 y principios de los 80. Con todo ello, el escocés catapultó al equipo, hasta convertirlo en toda una potencia.
Los inicios de Bill Shankly
En ocasiones, la biografía de una persona no importa tanto, pero para entender a Bill Shankly es totalmente necesaria. Nació en 1913 en la localidad escocesa de Glenbuck junto a otros 9 hermanos en el seno de una familia pobre.
Esa falta de accesos hizo que la vida de Shankly fuera muy dura. Desde robar comida para poder sobrevivir, hasta dejar los estudios con 14 años para trabajar en la mina. Precisamente, la zona de Glenbuck era de tradición minera.
Pese a que a Shankly nunca le llegó a gustar su trabajo de minero, reconoce que esto le ayudó a entender el fútbol de otra manera. El trabajo en equipo, la unión y la solidaridad fueron unos conceptos que aprendió y aplicó en su estilo de juego.
No obstante, Shankly vio en el fútbol una vía de escape a esa vida. De esta forma inició su carrera como jugador, debutando profesionalmente con el Carlisle United en 1932. Un año después firmó por 500 libras con el Preston North End. Cómo ha cambiado el fútbol en cuanto a los precios…
También llegó a debutar con la selección de Escocia y empezó a grabar su nombre como futbolista. Sin embargo, aunque como jugador no era malo, lo que realmente llamaba la atención era su peculiar personalidad y carácter.
Así pues, Tom Williams y Harry Latham (presidente y director del Liverpool, respectivamente) se fijaron en él. A los pocos días ya estaba anunciando quién sería el nuevo entrenador del Liverpool.
Bill Shankly en los banquillos
Con todo ello Bill Shankly se puso al mando del Liverpool en 1959. Durante esta época los Reds pasaban por un momento muy delicado. No solo desde el punto de vista deportivo, ya que llevaban en Segunda División 5 años, sino también como institución.
Precisamente, cuando Shankly vio el campo de entrenamiento bromeó preguntando si el terreno había sido bombardeado por los alemanes. Y es que así era Shankly, una persona con carácter que no se callaba nada de lo que pensaba.
Shankly cambió todo en el Liverpool. El espíritu de los jugadores era diferente y les inculcó un estilo bastante moderno con muchos pases. Sin embargo, lo que realmente llamó la atención era esa filosofía de entretener a la afición.
Porque Shankly decía que el Liverpool era de los aficionados, no del presidente o sus directivos. Llegaba a tal extremo este pensamiento que él fue uno de los primeros en defender como himno deportivo el «You’ll Never Walk Alone».
También cambió otros aspectos como el uniforme del Liverpool. Antes de su llegada, el Liverpool vestía con pantalones blancos, pero Shankly les vistió completamente de rojo, porque creía que así daban más impresión al rival.
El Liverpool le debe también a Bill Shankly el mítico cartel que hay en los vestuarios de «This is Anfield». Este mismo lo puso para que sus jugadores supieran los colores que estaban defendiendo. Desde luego, parece que a Shankly le importaba casi más la afición que sus jugadores.
Otro aspecto que le debemos todos los aficionados del fútbol a Shankly es el derbi de Merseyside. Él fue el principal causante de que entre Everton y Liverpool haya una rivalidad tan fuerte.
No es de extrañar, porque el bueno de Shankly hacía comentarios muy fuertes contra sus vecinos: «Cuando no tengo nada que hacer miro debajo de la clasificación para ver cómo va el Everton».
Dentro de lo deportivo, Bill Shankly llevó al Liverpool a un nivel del que nunca ha bajado. Después de lograr el ascenso vinieron todos los títulos. Con los Reds levantó hasta tres ligas, dos FA Cup y una Copa de la UEFA.
Además, dejó el camino totalmente hecho a Bob Paisley para levantar la Copa de Europa del 76. Básicamente estamos hablando de todo un símbolo para el Liverpool. Su conexión con la afición lo demostraba y en las afueras de Anfield podemos ver una estatua suya.
El amor era mutuo, porque los aficionados le querían tanto como él al club. Para muchos de ellos era como un mesías y la inscripción de su estatua lo define: «Él hizo a la gente feliz».
Por último, Bill Shankly también cambió la forma de entender el fútbol. De hecho, sus frases son igual de célebres que su figura, porque él es el autor de varios lemas:
«Algunos creen que el fútbol es una cuestión de vida o muerte, pero están equivocados; es mucho más importante que eso»
Una de sus frases más míticas y que refleja a la perfección esa forma de ver el fútbol que él tenía.
» También pasamos malos momentos: un año acabamos segundos»
Otra de sus grandes frases que nos recuerdan esa personalidad tan característica.
Bill Shankly es uno de esos genios de los que ya no hay. Demostró a todo el mundo cómo cambiar un equipo por completo y hacerlo grande. Demostró que el fútbol no se puede entender sin los aficionados. En definitiva, nos enseñó cómo hay que vivir este deporte.
