Cuando el Real Madrid parecía muerto, remontó para demostrar una vez más su ADN y lo que significa llevar el escudo del Real Madrid
120 minutos de infarto se vivieron anoche en la capital blanca. Se ha dicho tantas veces que parece repetitivo. Pero el equipo blanco tiene un don especial en Europa que ningún otro tiene, una superación que es digna de admirar. Cuando el Real Madrid parece estar muerto, como ayer con el 0-3 en contra. Estaba en el suelo, sí, pero a este equipo hay que rematarlo porque nunca se rinde. El Chelsea fue anoche otro de esos equipos que le dejan un hilo minúsculo de vida al Madrid. Un hilo, que por muy pequeño que sea, le basta para llenarse de fe, orgullo y fútbol. Reaccionó con otra remontada en un partido que nadie se esperaba y que se fue a la prórroga. Marcó Benzema y eliminó al campeón de Europa. El Madrid está en semifinales.
El Chelsea hizo sufrir, y mucho, al Bernabéu
Gran partido de los de Tuchel y muy mal inicio de los blancos. Desconectado, torpe, desacertado en los pases y muy blando en presión. Todo esto unido a un despliegue físico del conjunto inglés que parecía no cansarse. El Chelsea hizo un partido impecable y paso por encima al Madrid durante 80 minutos. Y, clic, 0-3 y botón de emergencia activado. El Bernabéu creía y los jugadores también.
Llámalo épica o llámalo tener a los mejores jugadores del mundo: Courtois, Benzema y un Luka Modric que dio una asistencia a Rodrygo de una calidad estrepitosa para ver en bucle. El Chelsea acumulaba ocasiones sin premio, varias de ellas clamorosas y frustradas por Courtois. Ya en la prórroga, Vinicius, que no había tenido un buen partido, tuvo claridad para poner un balón a Benzema que hizo el gol que ponía por delante al Madrid. El Bernabéu enloquecía coreando aquello de “así, así, así gana el Madrid”. Una noche más, frente a un vigente campeón que cayó con honores, el Real Madrid está más cerca de la decimocuarta.
¿De dónde sale este ADN ganador?
Un gen que viene de fábrica, un ADN ganador que no permite decaer hasta el último segundo, hasta que fallen las piernas, hasta el pitido final. Esto es algo que se aprende desde el minuto 1 cuando se llega al Real Madrid. Ya lo decía Nacho, un jugador de la casa: «El ADN de este club es ir hasta el final. Objetivo cumplido». De la misma manera lo explicaba Rodrygo: «La clave fue pelear hasta el final» o Modric en sus redes: «Rendirse no es una opción«.
Todos ellos lo saben, hay que tener la mente muy fría y la cabeza muy centrada para que la moral y el cansancio no te jueguen una mala pasada en situaciones tan en contra como frente al PSG o el Chelsea. Son cualidades que se enseñan en la casa blanca, y que han hecho que tanto la afición, como ellos, crean siempre que, si se puede, sea el minuto que sea, hasta el final. Ayer el Real Madrid nos regaló una noche de emociones y fútbol para recordar. Sigan haciendo historia.