El 1 de octubre de 2017, fecha que se está repitiendo una y otra vez estos últimos días, se disputó el Real Sociedad – Real Betis más loco de los últimos tiempos.
Se acercaba la hora del partido con un ambiente un tanto enrarecido por los conflictos políticos que acechaban a gran parte del país, en un Anoeta todavía con pistas y que iba a presenciar uno de los partidos más atractivos de su historia. Los pupilos de Eusebio buscaban la victoria ante un Betis que se mostraba ambicioso, sobretodo en ataque.
Comenzó el partido de forma inmejorable para el conjunto andaluz, que se adelantó en el marcador con el tempranero gol de Sanabria en el minuto 6′. Las dudas que tan desconcertadas tenían a la afición txuriurdin volvían a aparecer, algo que fue habitual en la temporada 2017-18. Sin embargo, un buen remate de Willian José terminaría en el fondo de la red para poner las tablas en el luminoso.
Empate a uno en el minuto 15′ de partido, pero desde el momento en el que se igualó el encuentro, la Real se volcó en ataque dejando demasiados espacios en defensa, algo que le pasaría factura. No obstante, fue Mikel Oyarzabal el que golpeó primero para devolver la alegría a las gradas de Anoeta, pero Zou Feddal calmaría las aguas en un campo que se quedaría mudo tras la igualada del marroquí en el minuto 28′.
La segunda mitad no podía comenzar peor para la Real Sociedad. Joaquín puso el 2-3 en el casillero para dejar casi noqueado a un equipo que por momentos parecía desmoronarse en defensa. Pero el partido no acabaría aquí. Quién mejor que Xabi Prieto para devolver la esperanza con el 3-3 y llevar al equipo en volandas. Pero del héroe pasamos al villano. Cuando el cuadro vasco estaba rozando el gol, llegó el andaluz para anotar el cuarto de los sevillanos y llenar de euforia el banquillo visitante que saltaba de alegría.
Cuando el encuentro parecía visto para sentencia, apareció Diego Llorente para marcar el definitivo 4-4 que dejaría un sabor agridulce tanto al equipo como a los «realzales» que se acercaron al estadio. Sin duda, es uno de los partidos más goleadores, locos e impredecibles que se han dado en la historia de Anoeta, un encuentro que quedará grabado en la memoria del aficionado de la Real.