La tabla marca que la Real Sociedad es sexta, pero su forma de jugar demuestra que podría estar más arriba, incluso peleando por el tercer puesto. Aún así hay cosas por mejorar.
El empate del sábado ante el FC Barcelona condenó a los ‘txuriurdin’ a perder su puesto Champions, ya que iban cuartos con 27 puntos, perseguidos por Atlético, Getafe (que ganaron y los adelantaron), Athletic y Valencia (que empataron y se quedaron atrás). Con la máxima igualdad que está viviendo la zona europea no es de extrañar que la Real haya caído dos puestos, pero da la sensación de que los podríamos ver mucho más arriba.
Actualmente sólo Real Madrid y Barça, primeros empatados a puntos y que jugarán hoy el esperado ‘Clásico’, están despegados de esa batalla que se está librando hasta el tercer puesto, en el que se encuentra el Sevilla un punto por arriba de ‘los azulones’.
La Real es un equipo que este año ha crecido mucho. Muchísimo. Se ha reforzado bien con los fichajes de Isak, Portu o Monreal y con la cesión de Martin Odegaard que está desplegando un juego fantástico y un nivel sorprendente. La perla noruega perteneciente al Real Madrid está siendo clave en lo que va de liga para su equipo, ya que desde la medular dirige cada ataque y en ocasiones se atreve a acabarlo, bien dando el último pase o bien definiendo él mismo. Estas incorporaciones se unieron en verano a los jugones que ya tenían en San Sebastián, tales como Illarra (lesionado), Willian José, Adnan Januzaj o Mikel Oyarzabal, uno de los baluartes del equipo.
Aunque en Donostia tengan argumentos para creer en una posible clasificación a competiciones europeas también los tienen para preocuparse. Cuentan con un problema que Imanol Alguacil deberá resolver con los jugadores de los que dispone o con los refuerzos que puedan traer en el próximo mercado invernal, que ya no queda tan lejos: deben mejorar la fragilidad que presentan en defensa. No suelen cometer demasiados errores, pero cuando fallan lo hacen a lo grande, lo que quedó claro en la última cita contra los catalanes. En el primer gol, Zaldúa perdió su posición y dejó un carril entero libre para Griezmann, un jugador al que no se le debe dar ni medio metro. En el segundo el equipo no ejecutó bien la trampa del fuera de juego, y esto permitió que un gran pase de Busquets dejara solos a Messi y Suárez ante Remiro, sin posibilidad de milagro. Dos fallos, dos goles.
Si consiguen mejorar esta faceta la Real será un equipo a tener en cuenta, pero parece que tendrán que acudir al mercado a reforzarse, buscando a un central con galones que acompañe a Llorente. Como Alguacil dijo en rueda de prensa no sabe “dónde está el tope del equipo”, pero el Reale Arena sueña con vivir su primera edición de la Champions League la temporada que viene.
