El ‘Submarino amarillo’ vuelve a defraudar en La Cerámica ante un renovado Espanyol y pierde de nuevo la oportunidad de entrar en puestos de clasificación a competición europea.
A estas alturas de temporada, un buen aficionado del Villarreal no se sorprende del bochornoso espectáculo que ofreció ayer el conjunto de Calleja. Y es que no es la primera vez que el Villarreal hace el ridiculo contra uno de los peores equipos, en cuanto a la clasificación se refiere, de LaLiga y tampoco que pierde la oportunidad de meterse entre los seis primeros.
De sus ocho derrotas, la mitad han sido contra equipos que están por debajo de la decimosexta posición, en concreto frente a Eibar, Mallorca, Celta y Espanyol. Y es algo muy curioso porque, por otro lado, contra equipos como Real Madrid, Getafe, Atlético de Madrid o Real Sociedad el Submarino completa muy buenas actuaciones superando con claridad al rival. En cambio contra los anteriores no solo no compite, sino que los jugadores van a un ritmo totalmente distinto, como si fuera un partido amistoso. Sin duda Calleja tiene un grave problema, ya que su planteamiento parece ser el mismo para cualquier partido.
Sobre el cesped se puede apreciar en muchas ocasiones problemas con la salida de balón, falta de velocidad en el juego y la clara ausencia de un goleador en el equipo. Sin Ekambi, el único jugador que puede ayudar arriba con desmarques es Chukwueze gracias a su agilidad y velocidad. Ayer vimos como durante 45 minutos esa fue la única baza del Villarreal, pero claro, él no lo puede hacer todo, principalmente porque al nigeriano aún le falta mucho por aprender. A estas alturas cualquier defensor de LaLiga ha aprendido a frenar a Samu, ya que no cambia su estrategia. Recibe en banda y encara hacia fuera porque con la pierna mala no sabe jugar.
Todo esto sumado a la mala gestión por parte de la directiva en el apartado fichajes, ya no solo por las varias operaciones en las que el club ha perdido dinero (que viene ocurriendo tras la entrada de Roig Negueroles en la dirección deportiva), sino incluso por una mala planificación, deja al Villarreal muy tocado. Esta mala planificación se hace notar por ejemplo con el asunto Ekambi. En el partido de ayer frente al Espanyol el Villarreal no tenía delanteros. Gerard estaba lesionado y Ekambi se ha tomado la libertad de irse a París a entrenar y preparar su llegada al Lyon, por lo que Calleja tuvo que alinear a Carlos Bacca, que ha demostrado en las últimas semanas estar a un muy bajo nivel. Por el momento no parece que vaya a llegar nadie, aunque, en principio, la directiva ya busca un sustituto.
Europa, un sueño inalcanzable
Esta situación ha llevado al Submarino a quedarse estancando en mitad tabla, y parece que será por un largo tiempo ya que jornada tras jornada vemos que la ambición en el equipo ‘groguet’ escasea. Aunque esto es algo que ya quedó demostrado con la renovación de Calleja por 2 años después de estar a punto de mandar a Segunda División al equipo con el sexto mayor presupuesto de LaLiga. Y no sería por falta de entrenadores libres. Desde el club se decidió confiar en él y nuevamente se ha demostrado que al mister madrileño le viene algo grande este Villarreal. Pero está claro que depende del punto de vista, porque mientras que el aficionado amarillo sueña con volver a competir en Europa, su presidente Fernando Roig parece estar más que contento con la simple permanencia.
Un presidente que en los últimos años parece que está más pendiente de lo que pueda sacar con su club que en el bien del mismo. Todo esto después del lamentable suceso que ocurrió ayer cuando la afición ‘perica’ invadió ya no solo la grada visitante (como es normal) sino también la local, arrebatando los asientos a los pocos abonados amarillos que fueron al estadio. Aunque la verdad es que esto es algo que mucho ha tardado en ocurrir, porque al fin y al cabo es fácil darse cuenta que si el estadio de La Cerámica tiene la capacidad que tiene no es por la gran afición del Submarino, sino un medio más para sacar dinero atrayendo a gente de la provincia, que van simplemente a ver fútbol de Primera División, y aprovechando que el CD Castellón no sale de su mala situación.