Ayer, en el debut de Quique Setién como entrenador del FC Barcelona, a pesar de vencer por la mínima (1-0), regresó el buen juego, y eso es lo que entusiasma a los aficionados azulgranas.
El juego del club catalán anuló completamente al Granada, dejándolos con tan solo un 17% de posesión y un tiro a puerta.
Las fuertes entradas de los nazaríes significaron una expulsión para Germán en el minuto 69 por doble amarilla. La expulsión abrió camino al barça, que tan solo 7 minutos después de dicha expulsión, una buena recuperación de Riqui Puig se acabó convirtiendo en un taconazo de Arturo Vidal a Leo Messi, que acarició el balón con su pierna menos hábil para que acabara entrando por la cepa del poste derecho de Rui Silva.
A pesar de haber anotado tan solo un gol, el gran juego del equipo ilusionó mucho a la afición, por las combinaciones rápidas, pases al primer toque… el movimiento rápido del balón hizo recordar al Barça de Guardiola, que tantas alegrías dio a los culés.
También gustó mucho la vuelta de Arthur Melo a los terrenos de juego, así como la convocatoria de Riqui Puig tras mucho tiempo, y los minutos que le brindó Setién en la segunda parte. Una vuelta un poco mas silenciosa fue la de Marc-André Ter Stegen, que como hemos mencionado anteriormente, tan solo recibió un disparo en todo el partido, el cual atajó sin problema alguno.
A todo este cúmulo de alegrías se le suma la vuelta a los entrenos de Ousmane Dembélé tras lesionarse el 27 de noviembre del año pasado.
Hay mucha confianza depositada en Quique Setién, sobretodo para que no pase lo de los últimos años en UEFA Champions League, y con el tiempo se verá la evolución del equipo a su cargo.