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El Athletic Club y su idilio con la portería

La irrupción de Unai Simón como uno de los guardametas más en forma de la actualidad, invitan a reflexionar acerca de los mejores representantes de este gremio que ha tenido el equipo vasco a lo largo de su historia.

La gloriosa historia del Athletic Club marcada por grandes futbolistas que salieron en torno a la villa de Bilbao, especialmente en el arte de parar, de donde continúan saliendo grandes nombres. El último, el de Unai Simón.

Empezando por el mítico de los años 30, Gregorio Blasco fue el escudero de la primera delantera histórica del club rojiblanco. Durante esa década, ganó cuatro ligas y cuatro copas, antes de emigrar a América después de la Guerra Civil, dejando un legado de tres trofeos Zamora para el recuerdo.

Gregorio Blasco, primer gran guardameta del Athletic. Fuente: marca.com

El relevo de Blasco lo tomó Raimundo Pérez Lezama, un tipo al que la leyenda Ricardo Zamora le auguró en sus inicios un mal futuro como portero, y años más tarde acabó reconociéndole como el mejor portero de España. Debido a su andadura previa por Southampton, importó la moda de sacar con la mano o “a botepronto” entre los guardametas. Carismático y decidido a partes iguales, defendió la portería de la segunda delantera histórica del Athletic Club de Zarra y compañía, logrando un palmarés de seis copas y dos ligas, además de un trofeo Zamora (1947), hasta que en 1951 irrumpió otro fenómeno, el de Carmelo Cedrún.

Lezama renovó la portería con un estilo innovador. Fuente: wikipedia.org

El de Amorebieta rejuveneció la portería rojiblanca, continuando con un estilo muy vistoso que entusiasmaba la parroquia bilbaína. Desde que debutase, consiguió una liga y tres copas, alcanzando su punto más álgido en la temporada del doblete de 1955/56, además de una gran relevancia en el título copero de 1958, en el que los once aldeanos plantaron cara al Real Madrid campeón de Europa.

Carmelo, deteniendo un disparo. Fuente: athletic.elcorreo.com

Parecía que nadie sería capaz de superarle, y entonces llegó él. En octubre de 1962, una lesión de Cedrún le abrió las puertas de la titularidad a un joven portero de por aquel entonces 20 años. Aquel portero era José Ángel Iribar. A partir de ahí, Carmelo no volvió a recuperar el puesto.

La legendaria estirada de Iribar grabada en todos los aficionados del Athletic. Fuente: rtve.es

Iribar afrontó como nadie la presión de suplir a alguien tan amado como lo era Cedrún para La Catedral, y terminó convirtiéndose en profeta. Solo los más idolatrados son vitoreados después de perder una final, como lo fue él luego de caer en la final de Copa de 1966 ante el Real Zaragoza, pero haciendo una gran actuación individual. Conocido como el txopo por su envergadura a pesar de no ser especialmente alto (1,84 metros), se adueñó de la portería del Athletic Club hasta su retirada en 1980, llegando a la cifra récord de 614 encuentros. Aunque su palmarés no fue tan lucido como el de otros (dos copas, en 1969 y 1973, además de un Trofeo Zamora en 1970), su categoría de leyenda del fútbol es indudable para cualquier hincha. Aunque pasen los años, y cambie el estadio, siempre se podrá oír entre la grada de San Mames aquello de que “…como Iribar no hay ninguno…”.

Tras su retirada, llegaron muchos más, quienes tuvieron el castigo de la eterna e inútil comparación con el más grande de todos. Quien más cerca estuvo de hacerlo fue Andoni Zubizarreta, quien fue partícipe de las dos ligas y el título de copa en los años ochenta. No obstante, su fichaje por el FC Barcelona detuvo su trayectoria en el Athletic.

No obstante, lo que es indiscutible es que la producción de cancerberos de Lezama ha sido de lo más destacado. El último que consiguió afianzarse en el primer equipo fue Gorka Iraizoz, quien ocupó la portería de los leones durante prácticamente diez temporadas, hasta que el que parecía ser el elegido llegó al primer equipo. Ese era Kepa Arrizabalaga, quien desde las categorías inferiores apuntó muy alto, hasta convertirse en el portero más caro de la historia, después de que el Chelsea pagase los 80 millones de su cláusula de rescisión en agosto del 2018.

Actualmente, Kepa triunfa en el Chelsea. Fuente: Twitter @kepa_46

Otros como Jon Ander Serantes, Raúl Fernández, Álex Remiro o Aitor Fernández, han hecho y, en el caso de algunos de ellos, continúan haciendo una gran carrera a nivel profesional. Cabe destacar el último de ellos, quien está siendo, con el Levante, uno de los mejores porteros en lo que va de liga. Por otro lado, también encontramos el caso de Iago Herrerín, quien volvió en 2014 para ser el teórico portero suplente, pero siempre que ha tenido minutos ha cumplido.

Tras la marcha de Kepa, Unai Simon ha emergido con la fuerza de un león hasta hacerse con la titularidad. Después de una última temporada a la sombra de Herrerín, a sus 22 años parece haber adquirido la madurez y personalidad que precisa un puesto tan complicado, hasta llegar al punto donde está hoy en día, siendo pieza fundamental del equipo, además del portero Zamora hasta ahora (8 goles ha encajado en 13 partidos).

Unai Simon, en una de sus grandes intervenciones el pasado domingo en El Sadar. Fuente: Twitter @AthleticClub

Aún tiene mucha carrera por delante, su potencial parece cada día más alto, y ya son muchos quienes sueñan con evocar a Blasco, Lezama, Carmelo o Iribar en Simon.

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