La primera final de la FA Cup en Wembley es todo un hito del fútbol británico
Wembley es uno de los símbolos más importantes de todo el fútbol inglés. Las finales y todos los eventos que ha vivido ese estadio son muy numerosos. De hecho, su inauguración ya fue bastante llamativa.
En 1923 se disputó la final de la FA Cup entre el Bolton Wanderers y el West Ham United. Este sería el punto de partida de Wembley como nuevo estadio. Nada mejor que una final de la FA Cup para estrenarlo.
Con su capacidad para 125.000 personas, pocos pensaban que el campo se fuera a llenar por completo. Estas suposiciones se debían a que en los últimos años Stamford Bridge (Chelsea) no había tenido una gran afluencia de espectadores.
Es por eso que se inició una fuerte campaña de marketing y publicitaria para lograr llenar el campo en el día de su debut. La campaña funcionó de maravilla y se vendieron todas las entradas.
Sin embargo, fue demasiado buena. Había mucha más gente esperando fuera del estadio para entrar. Los aficionados saltaban los tornos y se escapaban de las seguridades para colarse. Debido a toda esa afluencia de gente, los que ya estaban en sus respectivas butacas, tuvieron que saltar al césped.
Llegó un momento en el que había un exceso de aficionados sobre el campo, el cual era impracticable. Es entonces cuando las autoridades tienen que mover ficha para evacuar el estadio y que así se pueda disputar la final.
Los policías montados a caballo, empiezan a movilizar a las personas para dejar libre el terreno de juego. Multitud de aficionados se quedaron agolpados tras el cerco de los policías. La situación, pese a ser agobiante, se mantuvo con más o menos calma.
Fue tal el impacto de las autoridades a caballo que al día siguiente no se habló de otra cosa en Inglaterra. Entre todos los agentes, hubo uno montado en un caballo blanco que destacó sobre los demás. Desde entonces, a la final se la conoce como “La final del caballo blanco”.
El jinete de aquel cabello blanco fue recompensado por su gran labor, siendo invitado a las próximas finales del certamen. Ese caballo y su jinete son imagen de Wembley, y unos cuantos años después de la final, declaró que nunca más volvió a ir a un partido de fútbol.
Poco a poco la situación se fue controlando, y aunque la final se retrasó 45 minutos, se pudo disputar el partido. Una final que se terminaría llevando el Bolton por 2-0, siendo el claro favorito para levantar la FA Cup.
El trabajador logró reubicar a todas las personas allí presentes, que se quedó en una estimación de entre 150.000 y 300.000 personas en todo el estadio, casi el doble de su capacidad. Como remedio para este suceso, se implantaron desde entonces la venta de entradas anticipadas, con el objetivo de que la gente no se agrupara en las inmediaciones del estadio.
El mítico estadio de Wembley debía tener un inicio a su altura. Su inauguración no pudo ser más curiosa. La primera final de la FA Cup en el templo inglés tuvo de todo, pero el protagonista quedará para la posteridad. Ese caballo blanco, imagen del fútbol británico.
