Un 2020 atípico que no favoreció para nada en las expectativas del Lleida Esportiu, el cual lleva muchos años llamando a la puerta de la Liga Smartbank
El año de los ilergetas
El Lleida Esportiu empezó el año manteniendo el contador de derrotas a cero en el mes de enero. Los “blaus” ganaron a uno de los candidatos para lograr el ascenso en ese momento, el CD Castellón, unos meses después dicha hipótesis se haría realidad. A esta victoria se le tendría que sumar también el partido ganado contra otro equipo valenciano, el filial del Valencia. Además de los empates ante Olot y en la visita a la Ciudad Deportiva Dani Jarque. En esos momentos, el equipo leridano se encontraba en posiciones de play-off. Aunque una derrota en el partido aplazado contra La Nucía, no les permitió alcanzar la ansiada cuarta posición.
Llegaron tiempos de pandemia, el fútbol modesto no se reanudó, por tanto hubo conflictos entre Lleida y Federación por tomar esa decisión. Un hecho entendible, ya que quedaban muchos partidos aún por disputarse y los de la terra ferma podrían haber escalado posiciones en la clasificación. Una nueva campaña totalmente diferente a lo que habíamos visto antes dio comienza. Ligas de 10 equipos, y el Lleida se encontraba en uno de los grupos más difíciles de la categoría. No obstante, sin estar en su mejor momento, a día de hoy la plantilla se encuentra entre las 3 primeras posiciones, que es el objetivo de este 2021.
Situación actual del equipo
Actualmente, el Lleida Esportiu va tercero en la tabla pero Andorra y Badalona cuentan con número inferior de partidos disputados, por tanto, si ganaran sus respectivos encuentros se posicionarían por delante, y el equipo catalán bajaría a la quinta posición. Va a ser un mes con pocos partidos para el Lleida Esportiu. Sin embargo, se enfrentarán a el Andorra de Piqué en el Prada de Moles y recibirán en el Camp d’Esports, a Hospitalet, equipo revelación de este Grupo III, y Badalona, a priori, un partido que se debería ganar.
El equipo dirigido por Molo cuenta con un estilo perfecto aunque muchos no lo crean para Segunda B. Una modalidad de juego que minimiza los errores al máximo y pretende ser aprovechar las oportunidades que propicia el rival para después mantener el marcador. Tratando de realizar un juego directo, la intensidad y la portería a cero son vitales para el almeriense. No puede faltar la defensa de cuatro y el doble pivote en las alineaciones de Molo. Un sistema de juego que tiene como referencia a Raúl González, encargado de bajar los balones y empezar a construir el juego desde ahí.
Jugadores esenciales
Este verano saltó la sorpresa en las instalaciones del club. Además de las incorporaciones necesarias como las de Michele Diana o Abraham, tras la baja de dos jugadores importantes en la anterior campaña, como lo fueron Joan Oriol y Trilles. El Lleida Esportiu cerró el fichaje de Quim Araujo, uno de los mejores jugadores de la categoría. No obstante, “el mago”, ha tardado en encontrar su rol idóneo en el once.
A estos refuerzos hay que sumarle los jugadores que fueron clave el año pasado. Entre ellos se encuentran Pau Torres, Simic o el hasta ahora máximo goleador del equipo Raúl González. El delantero español tuvo un rol secundario la temporada pasada, debido a la presencia de Éder en el 11. Pero tras la marcha del futbolista vasco al Melilla, además de que no ha llegado ningún jugador en esa posición. Raúl se ha convertido en un jugador fijo para Molo.
Objetivo clave: la Segunda B Pro
Más allá de entrar en play-off o conseguir el ascenso, el objetivo del Lleida deber ser clasificarse para estar en la que será la categoría de bronce la próxima temporada. El conjunto catalán es uno de los grandes equipos de esta Segunda B y es un equipo que por dimensiones del club y la ciudad su sitio debe ser la Liga Smartbank. Este año lo tiene todo de cara, tras ser eliminados en la Copa del Rey, toda la atención estará en ligad. Además a sus espaldas se encuentra un gran proyecto futbolístico.
