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Fútbol Histórico: La caída del Sunderland

El histórico equipo del fútbol inglés está viviendo la peor pesadilla de su historia desde que descendió a la League One

Sunderland es una ciudad costera del norte de Inglaterra habitada por población obrera que trabaja en su mayoría en las fábricas y en los puertos de la localidad. En un sitio tan humilde como este, el fútbol se vive de otra manera. Allí todo gira en torno a un balón. La felicidad de sus gentes depende del AFC Sunderland, equipo de la ciudad. Un histórico del fútbol inglés que cuenta en su palmarés con seis Premier Leagues, dos FA Cups y una Community Shield, todas ellas logradas en el pasado siglo.

Tras su ascenso a la Premier en 2007, el Sunderland terminaba las temporadas en la parte baja de la tabla, pero no fue hasta 2017 cuando se consumó un descenso que le devolvía a la Championship, segunda división de Inglaterra. Como todo equipo que desciende, se esperaba que estuviera arriba luchando por volver a la máxima categoría del fútbol inglés. Sin embargo, la realidad fue muy distinta. Aquel descenso a la Championship fue el inicio de la peor etapa del equipo en toda su historia. Una pesadilla que dura hasta nuestros días.

Primera temporada en la League One

En aquella temporada 2017/18, el Sunderland finalizó la competición en última posición, siendo condenado a descender a la League One, tercera categoría de Inglaterra. Los problemas económicos que conllevan dos descensos seguidos lastraron al equipo. Los jugadores tenían que rebajarse el sueldo para tener unos salarios acordes a la categoría en la que estaban. Además, la elevada carga de partidos en la League One obligó al club a traer a muchos futbolistas nuevos para conformar una plantilla amplia que permitiera hacer frente a las intensas temporadas que se avecinaban.

Tras reforzar todas las líneas del campo, el curso empezó con el objetivo claro de regresar a la Championship. Hablar del Sunderland de la temporada 2018/2019 es hablar del delantero Josh Maja. El joven ariete fue la estrella del equipo en la primera mitad de la campaña y parecía que a sus 19 años iba a liderar al club al ascenso directo. Sin embargo, el Girondins de Burdeos se fijó en las grandes cualidades de la joven perla y se lo llevó en el mercado de invierno a cambio de 1,7 millones de euros.

Tras este varapalo, el Sunderland se vio obligado a buscar un nueve en enero que llevara el peso ofensivo del equipo como lo hacía Maja. Tras unas duras negociaciones, el club logró fichar a Will Grigg procedente del Wigan. Costó casi 3 millones y medio de euros, precio que fue récord en la categoría. Lo cierto es que el delantero norirlandés lo valía si vemos su rendimiento en su anterior club. Le dedicaron incluso su propio cántico, “Will Grigg’s on fire”, y era considerado el mejor delantero de la League One.

Sin embargo, la ilusión depositada en él por parte del Sunderland pronto se convirtió en decepción. El declive de Grigg comenzó en este fichaje y sus cifras goleadoras no estuvieron ni cerca de cumplir las expectativas. Ante la ausencia de un líder ofensivo, el veterano Aiden McGeady tomo las riendas del equipo pero no fue suficiente para lograr el ascenso directo. Antes de la salida de Maja, el Sunderland iba en segunda posición, pero en la segunda vuelta acusó una preocupante falta de gol y solo pudieron acabar quintos.

La maldición de Wembley

Había que jugárselo todo en los play off de ascenso. Un solitario gol de Maguire ante el Portsmouth les dio el billete para la final en Wembley. Era la segunda vez que visitaban el mítico estadio en aquella temporada. En ese escenario, el fútbol demostró toda su crueldad. Para cualquier inglés, el hecho de jugar en Wembley sirve para ponerlo como triunfo a nivel personal. Es la cima del fútbol inglés. Sin embargo, el Sunderland no sacó precisamente buenos recuerdos de allí. La final del play off fue en mayo, pero haremos un “flashback” hasta marzo para remontarnos a la primera visita del equipo a Wembley.

El Sunderland estaba rindiendo muy bien en el EFL Trophy, copa en la que participan equipos de tercera y cuarta división. Poco a poco, la afición iba viendo que llegar a la final era factible. Lo más bonito que tenía este campeonato es que la gran final era, efectivamente, en Wembley. Dos equipos de categorías bajas enfrentándose por un título delante de más de 80.000 personas. La machada llegó ante el Bristol Rovers. Los goles de Morgan y Grigg sirvieron para meter al Sunderland en la final. La ciudad sonreía. Después de tantos disgustos, iban a jugar en Wembley.

La final fue un partido épico. Al término de los 90 minutos, el marcador reflejaba un empate a un gol. En la prórroga, el Portsmouth se adelantó en el 114. Parecía que ya estaba todo dicho, pero McGeady logró marcar en el 119 su segundo gol del partido para forzar la tanda de penaltis. Con tanto drama, se podría decir que el fútbol le tenía que regalar ese título al Sunderland en la lotería de los once metros… ¿verdad? No fue así. El fallo de Cattermole en el segundo lanzamiento y el pleno de aciertos del Portsmouth sentenciaban una final que se convirtió en otro disgusto más para toda la ciudad. El guionista de esta historia estaba siendo demasiado cruel con el Sunderland.

Volvemos al mes de mayo para la segunda cita del Sunderland en Wembley. Final a partido único de los play off de ascenso a la Championship. Enfrente, el Charlton. El Sunderland se adelantó muy pronto en el marcador y solo pudieron mantener la ventaja durante media hora. Con el partido casi en la prórroga, un gol en el último suspiro del Charlton puso el 2-1 en el marcador y dejaba sin ascenso al Sunderland. Wembley había sido demasiado cruel con el equipo del norte de Inglaterra.

Llegada de la pandemia y situación actual

La temporada 2019/20 estuvo marcada por el coronavirus. La League One y la League Two se cancelaron antes de tiempo a causa de la pandemia. Se paró de jugar a partir de la jornada 35 y ascendieron los que ocupaban los puestos de ascenso directo en el momento de la cancelación, el Coventry y el Rotherham. El Sunderland ocupaba la séptima posición, a tan solo tres puntos del segundo clasificado. Estaba muy vivo aún, pero el covid le negó un posible ascenso.

Actualmente, en la nueva temporada, se encuentra undécimo a tres puntos de los play off y a ocho del ascenso directo. Eso sí, con un partido menos. Ahora, el referente goleador del equipo es Charlie Wyke, que lleva ocho goles en 16 partidos. Parece que el Sunderland lo tiene más complicado que otros años por su situación en la clasificación. Para colmo, su comprometida afición no estará empujando desde las gradas del Stadium of Light por las medidas anti-covid. Veremos si el fútbol recompensa a este histórico del fútbol inglés para que vuelva a la Premier.

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