El arranque de 2021 de Griezmann ha sido para enmarcar. Y es que el francés, se encuentra en un estado de forma encomiable
Vuelve a vibrar Can Barça y de su mano, Antoine Griezmann. Los culés dejaron atrás un deleznable 2020 y se emergieron en un ilusionante 2021. Nuevo año y nuevas oportunidades para reconducir una dinámica totalmente negativa y una plantilla hecha pedazos.
Si de por sí, el fichaje de Antoine acarreó polémica, su intrascendente rendimiento no le ayudó en absoluto. El galo dejaba chispazos y apariciones estelares, pero a su vez, también encuentros de exigua participación.
No vio puerta en las primeras seis jornadas y Braithwaite le arrebató el puesto. La 1-4-2-3-1 acabó eclipsándolo por completo y su confianza se fue a pique.
Sin embargo, Griezmann ha sabido revertir la situación y recolocarse aquella corona que portaba en el Atlético de Madrid. El regreso de la 1-4-3-3 y la entrevista con Jorge Valdano, le inyectaron un plus de confianza.
Mismamente que el equipo, el ariete ha querido hacer borrón y cuenta nueva en este nuevo año. El pasado mes de enero anotó 5 goles y repartió 4 asistencias en 9 enfrentamientos. Además, podemos percatarnos de la soltura que va adquiriendo en el terreno de juego y la capacidad de hacer grupo que posee.
El campeón del mundo siempre ha sabido justificar su don para practicar este deporte, pero si por un hecho se caracteriza es por su trabajo en la penumbra. Aunque no lograse resaltar estadísticamente, su compromiso y saber estar es innegociable.
Tras multitud de críticas y rechazo por los mismos aficionados del FC Barcelona, Griezmann recobra la sonrisa. Desde bien pequeño sufrió excesivo rechazo, no obstante, se levantó y acalló todo tipo de escepticismos. La palabra ‘rendirse’ no está disponible en su diccionario.
