El conjunto “gunner” quiere hacerse con los servicios del centrocampista italo-marfileño, para reforzar la medular y seguir garantizando el futuro del club, con talento joven
Tras las incorporaciones de talento joven como Tomiyasu, Ben White, Sambi Lokonga o Fabio Viera, el Arsenal busca mantener la juventud y calidad de la plantilla. Para ello, desde la dirección técnica, se han fijado en el joven jugador del Vitória Guimaraes.
Con tan solo 20 años, Ibrahima Bamba, ha irrumpido en la liga portuguesa dando un rendimiento excepcional que no ha pasado desapercibido en Europa. Clubes como el Villareal o el Atalanta intentaron tantear al jugador, pero la presión pudo con ellos. Ahora tanto Arsenal como PSG luchan por hacerse con el centrocampista de Vercelli.
Una apuesta arriesgada
A pesar del gran talento y juventud que posee Bamba, el jugador de orígenes marfileños, tan solo ha disputado 22 partidos en la élite. Falta de experiencia, que sumada a su excesivo descaro pueden generar grandes dudas sobre el jugador. Una apuesta arriesgada por un joven con gran talento y con un magnífico potencial a explotar. Un potencial que tanto Mikel como su “staff” deberán llevar al máximo nivel.
Pese a los inconvenientes, el de Piamonte ha demostrado ser un jugador inteligente y con gran visión de juego. Destacando también, su desplazamiento largo, utilización del cuerpo y potencia física. Cualidades que han hecho que en apenas un año en Guimaraes, se haya convertido en pieza indispensable para el equipo luso. Ahora tiene delante de él una gran decisión, que condicionará su futuro. Deberá decidir si sigue creciendo de la mano del Vitória Guimaraes o en cambio se suma a las filas del Arsenal.
Un gran reto para el joven Bamba, al que se le pone como el sustituto de Thomas. Ya que como el ghanés en su llegada al Emirates, era un jugador atrevido, talentoso, pero con ciertas desconexiones en la salida del balón; pero, que con tiempo y trabajo el jugador africano subsanó, hasta convertirse en una de las piezas claves del equipo. Un proceso complejo que Ibrahima debe afrontar, para convertirse en un gran centrocampista a nivel mundial.