La temporada, afortunadamente para el aficionado del Valencia, ya ha terminado, tras infinitos malos momentos y el club che permanece en primera gracias a la cantera
La factoría de Paterna es una fábrica continua de talento. De hecho, es de las más exporta talento al fútbol profesional. La cantera del Valencia genera continuamente futuras estrellas y jugadores más que válidos para la élite del deporte rey. Y, en más de una ocasión, han tenido que surgir nuevas figuras para apuntalar al primer equipo. O, como en esta ocasión, incluso salvar al equipo de caer en el precipicio.
Los goles de jugadores del filial han dado alas al equipo de Rubén Baraja. Y en este caso, hay tres nombres propios que brillan con luz propia. Diego López, Javi Guerra y Alberto Marí. Tres jugadores que han dado energía y vitalidad al Valencia en este final de temporada. Tres jugadores que en algún momento de su etapa formativa han pasado por la cantera del Valencia.
En el caso del primero, Diego López, su impacto ha sido en forma de goles. Marcó su primer tanto en el encuentro contra el Real Madrid, que supuso la victoria y, sobre todo, tres puntos de oro para el desafortunado objetivo del curso che. Asimismo, el asturiano también vio portería en el empate a 2 contra el Espanyol. Y en el último partido del curso, contra el Betis, marcando el gol que suponía la salvación matemática. Además, en el encuentro contra el Celta, también dio una gran asistencia a Kluivert.
Por su parte, Javi Guerra se ha adueñado del centro del campo. Un jugador con una calidad de balón fuera de lo común y con una zancada y recorrido espectacular. Asimismo, un golazo suyo contra el Valladolid, supuso un punto de inflexión en la temporada. Puesto que, un encuentro que estaba empatado en los minutos finales, terminó desbalanceándose a favor de los blanquinegros por la obra de arte del jugador de la cantera.
Y, Alberto Marí, aunque ha tenido un menor impacto, si que ha demostrado un gran olfato de gol. En el encuentro contra el Villarreal marcó un gran tanto, pero que fue anulado por fuera de juego. Y, finalmente, contra el Celta, en los minutos finales, anotó el tanto que daría los tres puntos a los de Baraja. Y es que, Marí ha sido uno de los jugadores más destacados en el filial de Miguel Ángel Angulo, siendo uno de los referentes de la cantera.
Pero, sin lugar a dudas, el gran artífice de este milagro es Rubén Baraja. Llegó al Valencia, su Valencia, en las horas más bajas de su historia reciente. Muchos no confiaron en él. Pero con trabajo y honradez sacó adelante una situación más que peliaguda. Aunque, sobre todo, de los más reseñable del vallisoletano, es la confianza ciega en la cantera. Les ha dado responsabilidad sin presión, a pesar de lo difícil que estaba el entorno. Sin duda, es el milagro de la cantera, pero también de Baraja.
