Dark Light

Blog Post

Diario UF > Deportes > Fútbol > Fútbol Histórico: Steaua Bucarest, cuando los humildes tocaban el cielo

Fútbol Histórico: Steaua Bucarest, cuando los humildes tocaban el cielo

En el año 1986, el Steaua de Bucarest logró la épica y se convirtió en el primer equipo del Bloque del Este en ganar la Copa de Europa

Un equipo afincado al otro lado del Telón de Acero, en uno de los países más blindados en los años 80, estaba a punto de hacer historia en el año 1986. Era el Steaua de Bucarest. Dirigido por el mítico entrenador rumano Emerich Jenei y plagado de jugadores con gran renombre en el país, como Helmuth Duckadam, Gavril Balint o Victor Pițurcă, los rumanos lograron una de las mayores hazañas en el fútbol europeo.

Gavril Balint fue uno de los jugadores clave en aquel Steaua. Años después, jugaría en el Real Burgos. Fuente: Twitter Selección Rumanía

Hay que tener en cuenta que la política de jugadores de los equipos de Europa Oriental en los años 70 y 80 era la de conservar a los buenos jugadores en sus países, al contrario de lo que pasa hoy en día. Por esa razón, muchos equipos del Bloque del Este eran tan potentes y poseían jugadores de alto nivel sin el miedo de que otro equipo con más capacidad económica se los quitara.

Bucarest como fortín

El Steaua arrancó la Copa jugando en la localidad danesa de Vejle, donde sacó un empate a 1 con un gol de Marin Radu en los últimos instantes del partido. En la vuelta, el potencial rumano se desató. El Steaua se hizo fuerte en el Stadionul Steaua de Bucarest y goleó por 4-1 al club danés.

En los octavos de final, el Steaua se enfrentaría a otro club del Bloque del Este: el Honvéd de Budapest. Los húngaros vencieron en la ida por 1-0 en la capital magiar. Pero la vuelta en Bucarest volvió a ser infernal para los visitantes. En apenas 52 minutos, el Steaua colocó un abultado 4-0 en el marcador y superaría la eliminatoria, quedándose como único representante de Europa Oriental en los cuartos de final.

Cambian las tornas

En los cuartos de final, se enfrentaron al FC Kuusysi de Finlandia. Contrariamente a las anteriores eliminatorias, la ida la jugarían en el estadio del Steaua, y el partido acabaría con empate a cero. Esa vez sería la única en toda la competición en la que el Steaua no ganó su partido de casa.

En la vuelta en Helsinki, cuando todo parecía encaminado a la prórroga, un gol de Victor Pițurcă desde el área pequeña en el minuto 86 dio la victoria al club rumano y el histórico pase a las semifinales. Esa victoria en Finlandia fue la única que lograron en la competición como visitantes.

El último paso, la última goleada del Steaua

En las semifinales, el club rumano se enfrentó al potente Anderlecht. La ida en Bélgica no acabó bien, pues un gol de Scifo a los 78 minutos dio la victoria al club belga. Iba a ser necesario remontar en Rumanía de nuevo. Pero el Steaua no dudaría en volver a alcanzar la épica.

El club rumano goleó por tercera vez en su estadio, esta vez por 3-0 con doblete de Pițurcă, dejó completamente destrozado a un Anderlecht sin capacidad de reacción y acabó alcanzando la gran final de aquella Copa de Europa.

Victoria en territorio hostil

Los pronósticos de la final, sin embargo, no auguraban nada bueno para el Steaua. Los rumanos se enfrentaban al FC Barcelona en el Ramón Sánchez Pizjuán. Es decir, jugaban contra uno de los grandes favoritos en su propio país, lo que implicaba un escenario completamente en contra. Pero la suerte estaba echada, y el club rumano no iba a salir al campo a regalar la copa.

Así que aguantaron y aguantaron, y el Barcelona no fue capaz de perforar la meta rumana en los 120 minutos que duró el partido. Por si fuera poco, no fue capaz de perforarla ni siquiera en la tanda de penaltis. Fue una tanda atípica, en la que se contagió la falta de goles durante el tiempo reglamentario.

El Barcelona falló los 4 penaltis que tiró, mientras que el Steaua solamente anotó los dos últimos. Balint se encargaría de transformar la última pena máxima y Duckadam de parar el último penalti. El Steaua, partiendo como el gran tapado, había conseguido la primera Copa de Europa de su historia.

Los jugadores del Steaua celebran la consecución de la Copa de Europa. Fuente: Twitter FC Steaua

El triunfo del Bloque del Este

Aquella fue la primera vez que un equipo de Europa del Este ganó una Copa de Europa. Unos meses más tarde, el Steaua también se alzaría con la Supercopa de Europa al vencer al Dynamo de Kiev soviético, en un duelo que enfrentó a dos clubes de Europa Oriental.

Cinco años más tarde, en 1991, el Estrella Roja recogería el testigo del Steaua y se convertiría en el segundo equipo de esta zona en ganar la Copa de Europa.

Los jugadores de Estrella Roja celebran la Copa de Europa de 1991. Fuente: Twitter FK Crvena Zvezda

Además, es interesante recordar que, en 1989, el Steaua tuvo la oportunidad de volver a ganar el máximo título europeo. Los rumanos volvieron a alcanzar la final, pero no pudieron refrendar la épica. Caerían estrepitosamente por 4-0 ante el todopoderoso Milan de Sacchi.

Sin embargo, aquellos fueron, probablemente, los años más prolíficos del fútbol del Este de Europa. Y coincidieron con la caída de los sistemas políticos de la zona. En una época muy dolorosa y convulsa para los habitantes de aquellos países, el orgullo y la dignidad se hicieron presentes a través del fútbol.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *