Paulo Oliveira se ha convertido en uno de los ídolos de la afición del Eibar, sin embargo, tuvo que pasar un complicado plazo de adaptación
Llegó a Ipurua en el año 2017, después de toda una carrera ligada al fútbol portugués. Primero jugó en el Vitoria Guimaraes desde el 2011, hasta la campaña 2013-2014. En esa estancia en dicho equipo, salió, en calidad de cedido una temporada, con destino al FC Peñafiel, también de territorio luso. Después de esa breve aventura en la temporada 2011-2012, volvió a las filas del Vitoria Guimaraes.
No obstante, ante el gran rendimiento mostrado por el central, el Sporting de Lisboa se hizo con sus servicios. Defendió los colores de los leones portugueses hasta el año 2017 que fichó por el Eibar, llegando con un cierto cartel y renombre al país vecino.
Fue casi un traspaso de récord en la entidad armera, que pagó por el central luso 3,5 millones de euros, superando con ello al más caro de la temporada anterior. De hecho, fue el propio Nano Mesa, delantero canario por el que pagaron 3,2 millones de euros, quien había superado Oliveira. El Eibar apostó muy fuerte por el central portugués, pero Paulo recibió mucha presión al ser tildado, como una de las transacciones más elevadas de la historia del club.
Aquel defensa fuerte, contundente y sólido atrás que había demostrado que era en Portugal, parecía haberse esfumado con su llegada a territorio español. De hecho, en el seno del Eibar comenzaban a plantearse la continuidad de su director deportivo. Que tras haber acometido dos fichajes por sumas tan elevadas y que no mostraban un gran rendimiento. De hecho, Oliveira contó con una gran cantidad de oportunidades en las ya comentadas primeras temporadas. Esto fue debido a las constantes lesiones de Ramis, todo un veterano en esto del fútbol, y de Arbilla.
Asimismo, al comienzo de su tercera temporada en el Eibar, todo parecía de color oscuro. La reincorporación a la dinámica del primer equipo de Arbilla y el fichaje de otro nuevo defensor como es Esteban Burgos, lo complicaban todo mucho más. En cambio, Oliveira consiguió darle la vuelta y demostrarle al cuerpo técnico porque se le había fichado tiempo atrás.
Además, comenzó también su andadura con el gol en el combinado armero, anotando un buen gol frente al Mallorca. Durante toda la campaña, hasta la cancelación temporal de esta por motivo de la pandemia del coronavirus, Oliveira se ha mostrado como un central seguro, contundente y dueño del tráfico aéreo de esféricos.
Demostrando porque se apostó por él, su garra y coraje. Y ese nivel mostrado en Portugal que hizo que varios equipos europeos se fijasen en él. Está convirtiéndose en todo un ídolo en Eibar, donde ya es, prácticamente, el jefe de la zaga.