El Estudiantes de La Plata dirigido por Osvaldo Zubeldía siempre destacó por ser un equipo tramposo.
El conjunto argentino es considerado uno de los más tramposos de todos los tiempos. Y es que cuentan con historias inéditas como la de los alfileres escondidos en las medias para pinchar a los rivales en los córners o la de decir a los rivales que sus mujeres los estaban engañando.
Fuente: El Chubut
Pero si parecía que era imposible ir más allá, los platenses lo consiguieron en una de las habituales ‘giras’ por Europa, concretamente en Pontevedra. Allí disputaron el Trofeo Luis Otero contra el equipo local, el Pontevedra, convirtiéndose en un encuentro que llegaría a los penaltis.
Fuente: Fútbol Retro
Pero, pese a tirar cinco penaltis cada equipo como estaba establecido, seguían empatados (anotaron tres cada uno), por lo que se decidió el desempate con el lanzamiento de una moneda. Hasta ahí todo parece normal, pero ahora es cuando aparece la astucia de uno de los jugadores destacados del Estudiantes, diciendo lo siguiente:
“cacho, salga lo que salga, nada más caiga la moneda al piso nos abrazamos y comenzamos a festejar”
Carlos Bilardo, jugador del Estudiantes, a Cacho Malbernat, capitán del equipo.
Y así fue, nada más caer la moneda al césped el capitán del equipo saltó de alegría y, junto al resto de sus compañeros, se tiró encima de ella para que ni el árbitro ni el capitán del Pontevedra pudieran observar el resultado. Quizás el conjunto dirigido por Zubeldía no sea recordado por su fútbol, pero nos ha dejado una pillería y un descaro que hasta ahora no se ha vuelto a ver.
