Martin Braithwaite, reciente fichaje del FC Barcelona, demostró en el Madrid-Barça ser un jugador útil para el sistema de Quique Setién
Braithwaite llegó del Leganés dejando dudas en el aficionado del Barça, principalmente debido a su elevado precio, 18 millones de euros. Había incertidumbre respecto al rendimiento que podía dar el delantero danés, pues su cifras en el equipo del sur de Madrid respecto a goles fueron bajas para un delantero que ficha por el Barça.
Sin embargo, ya en su primer partido frente a la SD Eibar demostró tener ganas de convencer al entrenador cántabro y poder hacerse con un hueco en el once titular del Barça. A pesar de todo, inició El Clásico en el banquillo, y el resultado de esto fue un equipo poco vertical con claras carencias a la hora de atacar. Y pese a tener las más claras en la primera parte, se intuía que al equipo le faltaba un jugador profundo capaz de llegar hasta línea de fondo.
Fue en este contexto en el que el danés ingresó en el campo en el minuto 69′ en lugar de Arturo Vidal. En el primer balón que tocó nada más entras, generó una ocasión de gol clara para el conjunto azulgrana, e inmediatamente después, mediante una gran finta, puso un centro al área que bien podría haber acabado en gol en caso de haber conectado con un compañero suyo.
Demostró además ser más atrevido qué jugadores de ataque como es el caso de Antoine Griezmann. El jugador francés procedente del Atlético de Madrid por 120 millones de euros, ha demostrado en este periodo ser un jugador apto para el juego asociativo, pero que no es capaz de desbordar, y ni si quiera se atreve con regates que pueden ser útiles para eliminar rivales en zonas de ataque.
Todos los jugadores de ataque, ya sean Griezmann, como Ansu Fati e incluso Arturo Vidal, han dependido siempre de la inspiración de Messi para tener buenas actuaciones, y ayer, cuando Messi no estuvo acertado, el único que sobresalió en lineas ofensivas fue Martin Braithwaite, demostrando que él solo es capaz de generar peligro.
