Lo de ayer fue algo bochornoso, un equipo como el Barcelona no se puede permitir encajar ocho goles en unos cuartos de final de la Champions
Está claro que un resultado tan abultado como el 2-8 del Barcelona contra el Bayern de Múnich no es culpa, únicamente de la directiva. Unos jugadores desacertados y sin ganas. Sin ambición por ganar un torneo tan prestigioso como la UEFA Champions League. Además, un entrenador que no ha sabido ganarse a los jugadores y no transmitía confianza. De hecho, prácticamente desde su llegada, ha estado cuestionado.
Pero está ha sido la enésima falta de respeto a los aficionados culés. Todo motivado a la planificación que, desde la directiva se ha hecho de las últimas temporadas. Una nefasta gestión, con fallos imperdonables. Una directiva encabezada por Bartomeu que ha cometido graves y casi imperdonables fallos.
Fichajes
Una planificación de fichajes espantosa. Pero vaya, no es novedad, pues se ha convertido en la tónica general en los últimos años. Fichajes innecesarios como la llegada de Neto, por algo más de 30 millones de euros. Un jugador que prácticamente no ha jugado. O los ya conocidos por todos, casos de Douglas o Vermaelen. Dos de los mayores pufos de la historia del club. Uno por desconocimiento, pues su nombre no sonaba a nadie. Y otro por problemas con las lesiones.
Pero, también están las falsas promesas con los fichajes. El Barcelona promete fichar grandes jugadores que nunca acaban llegando. Véase el rumor de Lemar o la llegada de Lautaro Martínez, que se lleva esperando casi un año. Para terminar fichando a fiascos, año tras año.
Sin embargo, la cosa no queda ahí. La salida de Neymar, sin duda, ha sido de lo peor que esta directiva ha hecho. Si el astro brasileño quería salir, poco se puede hacer. Pero lo curioso es que ese mismo verano, el Barcelona quería fichar a Verrati. No obstante, parece que las negociaciones fueron al revés. El club parisino acabó fichando a Neymar y quedándose con el mediocentro italiano.
La cifra que el París Saint Germain pagó por el brasileño es astronómica. Y daba garantías a soñar con su sustituto. Ese mercado de verano el club blaugrana firmaba a Dembélé y a Coutinho. Pero poco más se puede añadir. El francés no ha llegado nunca a triunfar en el Barça. Las constantes lesiones le han impedido brillar. Y con Coutinho, simplemente no ha encajado. Pero ahí reside otro de los problemas. No saber modificar tu sistema de juego para encajar a tus estrellas. Aunque esto sea un tema reservado para el entrenador, la directiva influye en esto.
“Vacas sagradas” y poca cantera
Se ha contado con técnicos que por las circunstancias que el club vivía no han ayudado en absoluto al buen desarrollo de este. Valverde tenía la famosa “ideología” de las “vacas sagradas”. Jugadores intocables que, aunque no diesen el nivel seguían jugando constantemente. Y con Setién más de lo mismo. Se prometieron cosas que no se han solucionado. Un espejismo. Unas ilusiones rotas. Y una directiva, de nuevo, en evidencia.
Desde siempre la premisa del Fútbol Club Barcelona ha sido apostar por la “Masía”. Pero pocas oportunidades han recibido los jugadores desarrollados en la escuela de ‘Can Barça’. Quizás Ansu Fati y Riqui Puig si que hayan tenido algo más de peso en el equipo. Pero, aún así, en las grandes citas siempre volvían a ser suplentes en detrimento de los mismos de siempre.
Desastres deportivos
Las últimas tres temporadas han terminado en desastre deportivo y competitivo en el Fütbol Club Barcelona. Roma. Liverpool. Bayern de Múnich. Tres partidos que han marcado el rumbo competitivo de un Barcelona muerto. Un Bartomeu sin reaccionar y un equipo dirigido sin rumbo positivo aparente.
Señor Josep Maria Bartomeu, váyase del Fútbol Club Barcelona. Dimita. Deje su cargo. Por el bien de la entidad y del fútbol español. No niego sus múltiples capacidades como persona. Pero, desde luego, como gerente de un club de fútbol deja mucho que desear. Lo de ayer fue un partido histórico. Una humillación sin precedentes para el equipo de la ciudad condal. No tiene que quedar ni el utillero. Pero el principal artífice de todo esto se encuentra en el despacho del Camp Nou. Tiene la puerta abierta, Bartomeu.
