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Cuando las piezas fallen

La dominante victoria en Elche y la solidez defensiva de las tres primeras jornadas no tapan la urgencia de fichar un central que parece que no llegará

Mejor prevenir que curar“: Se dice de aquel mal que se pretende evitar antes que tener que solucionarlo una vez ha pasado. La frase de los precavidos la llaman. Este refrán se utiliza como aviso, pero la advertencia no es mas que el lujo del tiempo ante un problema que puede termina llegando. Y terminará haciéndolo. La defensa es la zona más frágil de la Real. La venta de Llorente deja un espacio libre en el central que se debe llenar con un central de garantías que sirva de soporte del equipo cuando las cosas se ponen feas. Fallar en la planificación de la plantilla en una zona tan sensible puede dar al traste con todos los objetivos de la temporada. Tapar la brecha defensiva es imprescindible antes de que se convierta un agujero negro.

Espejismo

Tras 3 jornadas de campeonato tan solo se ha encajado un gol. De hecho, la defensa txuriurdin lleva sin encajar 231 minutos, cifra prometedora visto lo visto. Incluso el nivel de Aritz frente al Real Madrid fue descomunal. Pero los datos (y sensaciones) de la temporada pasada reflejan que esto no es más que un oasis en un desierto muy extenso. La Real fue el equipo con menor ratio disparos/goles encajados. También estuvo entre los equipos que menos mantuvo la misma defensa. Las lesiones de Aritz, la inestabilidad de Llorente, la irrupción de Le Normand y la recurrencia de Zubeldia como central de circunstancias terminaron en una defensa que apenas se mantuvo, siempre incompleta, y con grandes sensaciones de inseguridad. Llorente fue el gran señalado durante el último tramo de liga tras fallos infantiles que costaron muchos puntos, pero ninguno de los demás defensas consiguió realmente hacerse con el puesto de infalible. Tan solo Le Normand fue la luz en tanta niebla, pero necesita un complemento. Un central zurdo no es una necesidad, es una urgencia.

Decisión tomada

Parece ser que desde Zubieta ya se ha decidido dejar la plantilla tal y como está. Se pretende tirar de cantera o de arreglos de carpintero para tapar los agujeros que saldrán durante la temporada. Caso error. Por el momento, ni Blasco ni Sagnan han demostrado tener nivel suficiente para luchar por el puesto. Y las reincidentes lesiones de Aritz no van a permitir que la defensa titular ante Real Madrid y Elche se mantengan a lo largo de las jornadas. Este equipo, con un centro del campo sublime y un ataque feroz que enamora, necesita de una defensa segura y férrea. No podemos depender de la aparición salvadora de Remiro siempre, como en el Martínez Valero, o terminaremos encajando tanto como el año pasado. Esta Real es una mesa de roble victoriana, de incalculable valor, pero a la que le falta una pata. Y por muy robusta que pueda parecer, a nada que el peso decaiga hacia la zona débil, la mesa terminará cediendo. Hagamos caso a la amona, y pongamos la tirita antes que la venda.

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