El Metropolitano rozó el lleno ante el Barcelona en el primer partido con aforo al 100% después de la pandemia del COVID-19
El Wanda Metropolitano es el “recién” estrenado estadio que utiliza el Atlético de Madrid desde septiembre de 2017. El primer encuentro que se disputó fue un Atleti-Málaga que finalizó con 1-0 a favor de los locales, el gol lo anotó Griezmann.
El estadio se construyó debido a la mejoría del club en todos los aspectos y vino de la mano del nuevo escudo de la entidad. Los aficionados no recibieron bien la noticia, sobre todo por el escudo, al que algunos lo consideran un logo. Es cierto que el nuevo estadio no levantó la misma polémica que el escudo, sin embargo, la gente era reacia al cambio.
Se escudaban en que el ambiente del Calderón era único (cosa totalmente cierta), que la localización del nuevo estadio no representaba los valores de lo que era ser del Atleti de antaño, pero sin duda, lo que más dolía a la afición era abandonar su casa.
A nadie le gusta mudarse del barrio donde están tus amigos, cambiarse de colegio o moverte de ciudad. Y, lo peor de todo no es moverse, lo peor de todo es que nadie te ha preguntado. Te vas y punto, como aquel niño al que sus padres cambian de colegio y pierde a sus amigos de clase de la noche a la mañana.
Llegada al nuevo estadio
Cuando el aficionado del Atlético de Madrid vio el nuevo estadio por primera vez seguramente exclamó “Pues no está tan mal ¿no?” o un “¡Hala, que bonito!”. Probablemente existió mucho sentimiento de admiración al pedazo de estadio que era su nueva casa. A pesar de la buena primera toma de contacto, el niño tenía que ir a clase a ver si hacía nuevos amigos.
Nada más llegar ya se esperaban las grandes noches europeas. Se ansiaba saber como iba a ser el ambiente y si se iba a parecer a la caldera que era el Vicente Calderón. La prensa aseguró que si, que seria lo mismo, aunque la gente al principio, no sentía eso. “No se escucha igual” “Estamos todos muy lejos y no se oye al resto” “Solo anima El Frente Atlético y ahora somos más, así que imagínate”.
Qué manera de subir y bajar de las nubes
El año no comenzó bien para los de Simeone, cayeron en Fase de Grupos de Champions y debían jugar la Europa League con la etiqueta de favoritos. Todo fue más o menos asequible hasta que llegaron las semifinales y el Atleti se enfrentaba al Arsenal.
Londres fue una odisea, paso de todo, expulsiones, goles, cabreos, llantos alegrías, etc. El partido acabó 1-1 y la eliminatoria estaba abierta de milagro, en estos momentos la presión recayó en la gente, en el Metropolitano. Era su primera gran noche, la primera vez que salía con los nuevos colegas del cole y el chico estaba nervioso.
Efectivamente respondió, recordó a lo que es el Atlético de Madrid, recordó al Calderón, a Luis Aragonés, a Simeone, a Fernando Torres, al Paseo de los Melancólicos Manzanares. Esa noche comenzó la historia de este joven estadio.
Equipos de una mayor entidad
Aquella Europa League se ganó y ahora se esperaban ese tipo de noches pero en Champions League. La primera de ellas fue contra la Juve, donde Godín y Gimenez cerraron una ida de octavos de la mejor manera ganando 2-0. El equipo no estaba centrado y se dejó remontar aquella eliminatoria.
La otra gran noche de Champions League que se vivió fue precovid, frente al Liverpool. Un solitario gol de Saúl hizo que el Metropolitano rugiese como nunca para ganar a los Campeones de Europa 1-0 en la ida, que se resolvió con otra aventura por Inglaterra de los muchachos de Simeone.
Con la pandemia el estadio ha estado cerrado de cara al público más de una temporada completa, y la gente eso lo ha echado mucho de menos. El partido frente al Barcelona en liga ha sido el primero que ha podido llenarse el estadio desde aquel 1-0 al Liverpool. El sábado en la victoria frente al Barça por 2-0 fue la última gran noche del Metropolitano, que rugió como nunca para parecerse al de siempre. Parece que el chico se está adaptando bien a su nuevo hogar.
