La fatídica derrota del Betis contra el Real Madrid ha terminado produciendo la destitución del entrenador y con la contratación de otro para los verdiblancos
Por ello, tras la abultada derrota que sufrió el Coosur Betis en tierras capitalinas, la vinculación de Joan Plaza con dicho club llegó a su final. De hecho, el pasado verano, la relación contractual del catalán ya estuvo en el aire. Sobre todo, tras la tentativa de San Pablo Burgos. No obstante, Plaza decidió quedarse a los mandos del baloncesto en Sevilla para intentar asentarlo en la élite.
Pero con el horrible inicio de campaña, ya estaban repicando las campanas. El puesto de Joan Plaza pendía de un hilo. Incluso el técnico estudiaba dimitir. Puesto que las negociaciones para separar los caminos del Betis y su ya ex entrenador, estaban en marcha. La derrota contra el Real Madrid fue el detonante. Pero, a lo largo de la semana, el Betis tuvo dos bajas importantes, que impulsaron esto. Carrington y Todorovic dejaron de ser jugadores del club sevillano.
El primero de estos, Carrington, se llegó a un acuerdo para rescindir su contrato. Mientras que Todorovic podría dejar de ser jugador del Betis siempre y cuando reclamasen sus servicio desde la liga china de baloncesto. Además, el club verdiblanco, con Plaza en el banquillo llevaba una racha de dos victorias y nueve derrotas en los en los once encuentros disputados. Lo que les transportaba hasta la última posición de la liga ACB.
Por todo esto, Joan Plaza dejó de ser entrenador del Coosur Betis. Y llevó hasta Luis Casimiro. Un movimiento muy rápido de la secretaría técnica verdiblanca. Pues con otros equipos con necesidad de fichar a un entrenador, incorporaron a una de las mejores opciones. Un Casimiro que, hasta hace escasas dos semanas, era entrenador en la liga griega, concretamente del Promitheas. Ahora, en su vuelta a Sevilla, tiene estas semanas de parón FIBA para reestructurar al equipo e impregnar su sello a la disciplina sevillana.
El pasado martes fue presentado como nuevo entrenador del Coosur Betis, Luis Casimiro, con el Benito Villamarín albergando el acto. En este dejó algunas declaraciones muy interesantes: “Volver a Sevilla es un honor. En el momento que Berdi contactó conmigo, sentía la obligación moral de estar aquí. Y no solamente la obligación moral, sino que me motivaba el reto de estar aquí. Vuelvo a entrenar, es lo que hecho casi toda mi vida. Para mí es maravilloso. Por tanto, estoy muy ilusionado, con muchas ganas de empezar a trabajar.”
Con más de 700 partidos de bagaje deportivo, Casimiro argumenta que no tiene nada que demostrar en el baloncesto. Simplemente llega para hacer su trabajo y hacer salir del pozo al Betis. “Me ilusiona y apasiona trabajar. El equipo está mal, pero mi obligación y lo que yo quiero no es mirar dónde estamos ahora, sino hacer el trabajo que sea necesario y tomar decisiones para reactivar y pensar en el futuro, sin mirar hacia atrás.”
