El nuevo entrenador del Elche apostó por la continuidad en lo táctico y consiguió hacer un equipo más intenso
Francisco Rodríguez dirigió ante el Cádiz su segundo partido a las órdenes del Elche, el primero en liga. Aunque ha tenido poco tiempo para cambiar cosas en la pizarra, ha conseguido meterle a sus jugadores una dosis extra de intensidad.
De su debut se pueden sacar pocas conclusiones. Fue en Copa ante un rival de poca exigencia como es el Leioa de la Segunda RFEF. Consiguió la victoria por 2-0 valiéndose de la superioridad individual de sus futbolistas menos habituales en las alineaciones titulares de esta temporada.
Del primer partido en liga sí que se pueden intuir las directrices que querrá el almeriense que siga su nuevo equipo. El once fue el mismo que empató en el Sadar la jornada anterior, con los interinos Pablo Manusovich y Sergio Mantecón al mando.
Francisco apostó ante el Cádiz por un 4-4-2 con Marcone acompañando a Mascarell en el doble pivote, los dos Lucas en ataque y Edgar Badía en la portería. Lo demás, lo habitual con Escribá.
El ‘efecto Francisco’ hasta ahora tiene más que ver con la actitud de los futbolistas sobre el campo que con un cambio de nombres. Los futbolistas salieron a morder desde el primer momento mostrando un nivel de activación e intensidad muy superiores al del día del Betis. Una contundente derrota que supuso la destitución de Escribá con la que parte del vestuario no acabó del todo bien.
Al nuevo entrenador franjiverde también se le vio muy activo en banda, gesticulando, haciendo aspavientos, dando instrucciones constantemente y volviéndose loco en los goles. Quiere un Elche “ambicioso y agresivo” que represente su personalidad.
Quizá este cambio de actitud de los jugadores sea por el efecto que causa la llegada de un nuevo jefe. Puede ser que este nivel de activación tan alto no se mantenga tan alto cuando el nuevo cuerpo técnico se asiente, sería lo normal.
Lo que es seguro es que con esta victoria el Elche sale del descenso y gana tras más de dos meses sin hacerlo. Y así será más fácil para Francisco implantar su idea.
